Blog Home / Ergonomía / ¿Qué tipo de almohada necesitas? Guía para elegir la ideal según cómo duermes:

¿Qué tipo de almohada necesitas? Guía para elegir la ideal según cómo duermes:

¿Sabías que el 30% de tu descanso lo hace la almohada? Una buena noche de sueño no depende sólo del colchón. La almohada correcta es igual de esencial para garantizar descanso, salud postural y bienestar. Elegir el tipo de almohada adecuada puede ayudarte a reducir dolores de cuello, mejorar tu respiración y favorecer un sueño más profundo y reparador. Aun así, es común subestimar su importancia, cuando en realidad esta elección debe responder a tus hábitos de descanso y necesidades físicas.

Con tantos estilos de almohada disponibles en el mercado, es normal sentirse abrumado al momento de escoger. Este artículo busca guiarte paso a paso para que identifiques el tipo de almohada que mejor se adapta a ti, según cómo duermes y lo que necesita tu cuerpo.

Factores clave al elegir una almohada

Antes de hablar de materiales y formas, es importante entender los aspectos que definen una buena almohada:

  1. Altura : Determina cuánto se eleva tu cabeza. Un nivel bajo, medio o alto puede favorecer o perjudicar tu postura, según tu posición al dormir.
  2. Firmeza: Afecta el soporte que recibe tu cuello y la sensación cómoda. Una almohada demasiado blanda o demasiado dura puede generar tensión muscular.
  3. Materiales: Espuma viscoelástica, látex, microfibra, plumas, … Cada uno ofrece sensaciones y beneficios diferentes.
  4. Ventilación y frescura: Especialmente importante si vives en un clima cálido o eres de los que sudan por la noche.

Tener claridad sobre estos puntos facilitará la elección del tipo de almohada que más se ajuste a tus hábitos y a tu anatomía.

Tipos de almohadas más comunes y sus beneficios

Los distintos tipos de almohada responden a diversas necesidades físicas y preferencias personales. A continuación, te explicamos algunos de los más populares:

Almohadas de espuma viscoelástica (Memory Foam): Se adaptan al contorno de la cabeza y el cuello, ofreciendo soporte uniforme y alivio de presión. También pueden ser ideales para personas que buscan aliviar dolores cervicales.

Almohadas de látex: Naturales y transpirables, brindan un soporte firme con óptima ventilación. Son hipoalergénicas y resistentes al desgaste.

Almohadas de microfibra o poliéster: Más económicas y ligeras, suelen ser suaves y moldeables, pero con menor durabilidad.

Almohadas de  plumas: Muy confortables, permiten mayor adaptabilidad. No son recomendadas para personas con alergias, a menos que estén tratadas.

Cada uno de estos estilos de almohada ofrece ventajas específicas, y elegir correctamente puede marcar la diferencia entre un sueño reparador o una noche incómoda.

En los últimos años, ha crecido la tendencia a reducir el uso de materiales de origen animal en productos como las almohadas de plumas, debido a preocupaciones éticas relacionadas con el maltrato animal. Como respuesta, el mercado ha desarrollado opciones innovadoras fabricadas con fibras sintéticas o microfibras que imitan la suavidad y ligereza de la pluma natural, ofreciendo la misma sensación de confort sin comprometer el bienestar animal.

¿Qué tipo de almohada necesitas según tu postura al dormir?

Tu postura al dormir es probablemente el factor más determinante al momento de elegir el tipo de almohada adecuada. Aquí te explicamos cómo tomar la mejor decisión según cómo duermes:

  • Si duermes de lado: Es importante que midas el espacio entre tu cuello y el hombro para identificar que nivel de altura de almohada se ajusta a ese espacio, manteniendo la cabeza alineada con la columna. Los modelos de espuma viscoelástica o látex con soporte lateral son ideales.

 

Aquí puedes encontrar algunas opciones de almohada para dormir de lado

  • Si duermes boca arriba: Requiere una almohada de altura media y firmeza intermedia. Es clave que el cuello mantenga su curvatura natural. Algunos estilos de almohada ortopédicos vienen con una hendidura para este propósito.

Aquí puedes encontrar algunas opciones de almohada para dormir boca arriba

  • Si duermes boca abajo: Lo más recomendable es un tipo de almohada muy delgada. Esta posición tiende a forzar el cuello, por lo que el soporte ideal será importante para una correcta postura.

Aqui puedes encontrar algunas opciones de almohada para dormir boca abajo

  • Si cambias constantemente de postura: En este caso, un modelo adaptable, de firmeza media  y de altura puede ser conveniente para ajustarse a los movimientos nocturnos.

Aqui puedes encontrar algunas opciones de almohada de altura adaptable

Conocer tu posición predominante al dormir es fundamental para identificar el tipo de almohada que verdaderamente apoyará tu descanso. Algunas compañías han facilitado la elección de la almohada ideal a través de la clasificación por tallas, te invitamos a conocer más acerca de este modelo en el siguiente enlace: Guia definitiva para elegir tu almohada ideal

Errores comunes al elegir una almohada

Muchas personas terminan con el tipo de almohada equivocado por errores frecuentes como:

  • Elegir solo por suavidad, sin considerar soporte cervical.
  • No renovar la almohada cuando pierde su forma o firmeza.
  • Comprar por impulso, o por precio sin probar o investigar primero.
  • Usar el mismo modelo para diferentes miembros del hogar sin considerar sus necesidades individuales. 
  • No tener en cuenta el clima o problemas de sudoración nocturna al evaluar los estilos de almohada.
  • Es importante recordar que la almohada es un objeto íntimo de uso personal; compartirla puede ser una práctica antihigiénica, ya que acumula sudor, células muertas y bacterias.


Evitar estos errores puede ahorrarte molestias físicas e interrupciones en tu calidad de sueño.

Tu almohada sí importa

El tipo de almohada que eliges impacta directamente en cómo te despiertas cada mañana. No se trata solo de comodidad, sino de salud postural, descanso profundo y bienestar diario. Conocer los diferentes estilos de almohada, sus materiales y cómo se ajustan a tu forma de dormir es el primer paso para dormir mejor.

Invertir tiempo en elegir bien tu almohada es invertir en tu salud. No todas las almohadas funcionan para todos, y la personalización según tus necesidades puede hacer una gran diferencia. Recuerda: una buena noche comienza por un buen soporte.